El maltrato de animales es un crimen como cualquier otro, como lo establece la Ley 154 de Puerto Rico. En reconocimiento de esta ley y la necesidad de que se haga valer para poner fin al maltrato de nuestros compañeros de vida, un grupo de ciudadanos vestidos de violeta, tal y como lo promovía el grupo NAMA, se reunieron bajo una fuerte lluvia, en una vigilia realizada el miércoles 21 de marzo en la plaza de recreo del Municipio de Aguadilla desde las 7:00 de la noche. Esperamos poder continuar organizando actividades de este tipo, en donde varios grupos unidos puedan llevar el mensaje, tanto a la ciudadanía como a las autoridades en general, de que al maltratar un animal se viola una ley estatal y que los grupos defensores de derechos de los animales no tenemos la intención de permitir que la Ley 154 se convierta en una ley muerta. Apoya estas iniciativas donde quiera que se organicen. ¡Que se escuche tu voz! Y recuerda, cuando se comenten crímenes contra los animales, se comenten crímenes contra las comunidades y la dejadez nos convierte en cómplices.  

Como si estuviera en una pesadilla, la presidenta de Ciudadanos Pro Albergue de Animales de Aguadilla, Yeidi Velázquez, junto con voluntarios de varios grupos de rescate y protectores de animales del área, pudo constatar hace unos meses la degradación y el maltrato padecido por docenas de animales en la residencia de un individuo del municipio de Camuy. Animales extremadamente enfermos, sin alimento, agua y sin cuidados, compartiendo el mismo espacio de muchos otros ya muertos, fue la escena aterradora que encontraron las rescatistas de varios grupos, al responder a un llamado de alerta de varios vecinos del lugar. Después de muchas gestiones con la Departamento de Policia y el Departamento de Justicia, hoy 17 de febrero de 2012, vemos los resultados de esa ardua labor. A continuación les presento la noticia tal y como la reseña el periódico Primera Hora:

Rescatan decenas de perros en casa de veterinario fatulo
Wilma Maldonado Arrigoitía / Primera Hora
Alrededor de cuarenta perros fueron rescatados hoy en la residencia de Sergio Colón González, un vecino del barrio Ciénaga, en Camuy, quien presuntamente durante tres décadas ha ofrecido servicios veterinarios sin tener licencia para ello.

Tras una investigación que iniciaron grupos de rescatistas, la Policía consiguió que la jueza Karem Álvarez, del Centro Judicial de Arecibo, emitiera dos órdenes de registro y allanamiento en la residencia de Colón González y en un terreno aledaño a su casa en la que se presume enterraban animales.

La mayoría de los animales encontrados son perros, algunos pertenecían a Colón González y otros eran mascotas dejadas por sus dueños para recibir tratamiento veterinario. Dueños de mascotas llegaron hasta la residencia para recogerlas al enterarse de la intervención.

“Está practicando la profesión de veterinario sin tener licencia. Había una clara violación a la Ley 154 por Maltrato de Animales”, dijo el teniente Rafael Asencio, comandante del distrito de Camuy. “Hay unos perros que están en malas condiciones, prácticamente moribundos”, detalló. 

Además del allanamiento policial, en la intervención hubo participación de  veterinarios y rescatistas, los primeros para examinar la condición de salud de los perros, los segundos para trabajar con el manejo y reubicación de estas mascotas.

El Teniente indicó que Colón González firmó un relevo para ceder los animales para que sean tratados e intentar buscarles un hogar.

“En la investigación detectamos las violaciones crasas que se están cometiendo aquí”, dijo Asencio. “Los animales están dentro de la residencia, en el patio, en todos los alrededores o amarrados con pedazos de cadena a la verja”, agregó.

Tanto el comandante del distrito como la rescatista Alma Febus indicaron que la residencia tenía pésimas condiciones de higiene. De hecho, como parte de la intervención se desinfectaba el área. 

“La casa está sucia, hay excrementos por todos lados”, señaló el Teniente. 

 Asencio señaló que en el terreno detrás de la residencia observaron animales muertos y huecos en los que presumen se enterraban a los animales. 

“También ocupamos un revólver Magnum 357 para el que no tiene licencia para poseer y una bolsa con “cherry boom” por la que también se le va a aplicar la ley de explosivos”, dijo el comandante de Camuy. 

En tanto, Febus explicó que recibió llamadas que la alertaron sobre las condiciones en que vivían estos perros, pero que recuperar evidencia para llevar hasta la Policía y Fiscalía les tomó alrededor de un año.

“Hay perros muertos, hay huesos de animales en todo el patio atrás, neveras”, dijo la rescatista. “Encontramos evidencia de práctica veterinaria, hay medicamentos, de todo”, agregó.

En la casa de Colón González no hay letrero que lo anuncie como veterinario. No obstante, era conocido por la comunidad que este sujeto ofrecía tratamientos veterinarios. La Policía recopiló ayer testimonios de personas que vinieron a recoger sus animales que habían dejado para tratar distintas condiciones.

“Él me atendía a mis animales, me los esterilizaba. Por 15 años yo he venido aquí y no he tenido ningún problema. Si no le puedo pagar, él no me cobra”, dijo Ileana Delgado.

“Yo sabía que él no es veterinario pero traje mis animales porque no tengo el presupuesto para pagar un veterinario con licencia. Yo lo hice bajo mi propia responsabilidad y ninguno de mis animales se me han muerto”, agregó. 

Los casos de maltrato no tienen fin. En estos días la voluntaria María Rivera rescató de las inmediaciones del Aeropuerto Rafael Hernández de Aguadilla esta perra Boxer, presentando un alto grado de desnutrición y maltrato. Es incomprensible que en un municipio donde se trabaja tanto con el turismo y que tiene a su disposición una ley vigente y efectiva contra el maltrato de animales, como lo es la Ley 154 para el Bienestar y la Protección de los Animales, no ponga más empeño en actuar acorde con la misma, en beneficio de la ciudadanía y de los mismos animales que son parte de la comunidad. Los voluntarios de la zona no damos abasto y necesitamos tanto la cooperación de la ciudadanía así como de las autoridades correspondientes. No abandones a un miembro de tu familia. Hay otras opciones. 

He leído una noticia en el Washington Post y en The Wall Street Journal que me ha alegrado el corazón y la comparto con ustedes si no la han visto todavía. El 1 de diciembre se celebró el Día del Cachorro en la Escuela de Leyes de la Universidad George Mason y en la Universidad de Maryland, donde los estudiantes podían hacer frente a la presión de los exámenes de fin de semestre en una "fiesta" con los cachorros rescatados de la eutanasia por una fundación de rescate de Virginia,  A Forever-Home Rescue Foundation.

"Especialmente en esta época del año, la escuela de derecho parece que arruina tu vida", dijo Allison Tisdale, una estudiante de tercer año, al Washington Post. Sosteniendo a un cachorro que jugaba, dijo "Tienes la oportunidad de ser humano otra vez."

A principios de este año, la Facultad de Derecho introdujo la "terapia de perros" en la biblioteca, y los estudiantes pueden tener la mascota en sesiones de media hora.  En un memorando en el que se le notificaba a los estudiantes acerca del programa, la escuela, escribió: "Está bien documentado que las visitas de perros de terapia se han traducido en un aumento de la felicidad, la tranquilidad y en una emoción general de bienestar."

Los actuales perros de la George Mason constan de cuatro camadas de cachorros, 15 perritos en total, recién rescatados y que actualmente viven con cuatro madres de crianza, hasta que se encuentre hogares adoptivos para ellos, según el Post.

La profesión legal tiene tasas de depresión y abuso de sustancias que son más altas que el promedio, por lo que algunas escuelas de derecho tratan de ayudar a los estudiantes a balancear la tensión de un plan de estudios exigente con buenos hábitos, como el ejercicio, el voluntariado o pasar tiempo con una mascota, publica el Post.

La otra buena noticia resultante de la actividad es que muchos de los estudiantes se enlistaron como voluntarios en la organización de rescate. Así también otras universidades han adoptado la práctica, dado los buenos resultados de George Mason University. Lástima que todavía tengamos tantas personas, gobiernos e instituciones que no reconozcan el valor terapéutico de los animales de compañía y por tanto la importancia del buen trato hacia ellos y de leyes que refuercen su protección.

Lamentablemente a Esperanza se le tendrá que remover su ojo izquierdo también. Ya no ve nada por ese ojo tampoco. El doctor indica que es necesario que se le saque el ojito. Sé que ella es una gran luchadora y a pesar de quedar ciega se adaptará a vivir en un hogar lleno de amor y comprensión. Esta semana la llevaremos al veterinario para su próxima operación. Mientras, está alegre, come bien, ladra y está adaptándose al hogar donde la están cuidando desde la semana pasada.

Quiero agradecer a Susan Soltero y a Adela Vila de Primera Hora por la cobertura de esta noticia. Gracias a ello muchas personas se nos han acercado a ofrecernos ayuda, pero sobre todo nos ha ayudado a presentar un penoso caso de indiferencia hacia los animales y las consecuencias terribles que ha causado en esta perrita. Leer más...

Esta perrita fue rescatada por Carmen Rodríguez de Isabela. Ella actuó tan pronto vió que esta perra fue golpeada por un carro. Nos pidió ayuda para los gastos veterinarios y gracias a eso y a que la Dra. Gwen Davis nos hizo un buen precio, se le extirpó el ojito dañado y hoy se encuentra bien junto a la Sra. Rodríguez que decidió adoptarla. Muchas gracias por esa bella muestra de amor.